jueves, 6 de octubre de 2016

Cartas para nadie 1 "Abuelo"

Querido abuelo: 

El peor momento que yo pasé por ti, fue al verte llorar por tus hijas; mis tías. Nunca se me olvidará aquel viernes que fuimos a buscarte y soltaste lágrimas por ellas, al igual que yo hice por ti al instante. Soy bastante frágil, lo sé, creo que lo pudiste comprobar cuando estuviste en la UFI. Fuimos a visitarte, yo tenía miedo por ver cómo estabas, ya que la palabra UFI no me inspiraba confianza. Me sorprendí al entrar y ver cómo nos recibías con una gran sonrisa como siempre hacías, y como siempre te recordaré. Te vi genial ahí sentado, hasta tuvimos tiempo de reírnos juntos antes de que entrarán mi madre y mi hermana. Pero yo soy débil, y aunque estuvieras genial, me puse mala sólo por verte así. Porque eso me pasa cuando alguien me importa mucho, y no había palabras para definir lo que me importabas y te quería. No me gustaban los tomates, ni las berenjenas, ni guindillas ni pimientos verdes, pero tus pimientos rojos eran únicos, no tenían nada que ver con los de la tienda. Yo llegué a comer miles de veces lo que tú plantabas en la huerta, pero tu nunca podrás pobrar los puerros que yo planté. Ya nunca podremos celebrar esa comida o cena que dijiste que algún día harías con todas/os tus nietas/tos. No hay un solo día en que no piense en ti. Se me hace difícil ir a tu casa o Garabo y ver que no estás, que ya no volveré a oír a mi padre llamarte inútil. Fíjate si te quiero que mi mente te ha llegado a imaginar. Fuimos a casa de la abuela uno de nuestros viernes, para luego bajar a tomar el café. Al entrar saludé a la abuela, oí un "hola" en el salón, fui emocionada a saludarte ya que hacia tiempo que no te veía. Pero no estabas, solamente me encontré con el loro gritando todo el rato "hola", y ahí es cuando se me cayo el alma al suelo. Siempre voy a llevarte dentro de mi, así que tranquilo nunca morirás. Y menos, si me voy a tatuar algo en tu honor. Ya no se quien se me agarrará al brazo para poder caminar, quien me dirá que llame a la abuela para tomar un café, quien me dirá lo guapa que soy para el, quien hará que los viernes sean mis días favoritos. Solamente quería darte gracias por todo lo que me has dado estos 14 años de mi vida, por haber echo de un día normal un día inolvidable. Gracias por haberme contado miles de batallitas tuyas aún sabiendo que la mayoría no las iba a entender. Gracias por compartir todos los viernes de este último año conmigo. Gracias por ser tú, y hacerme a mi ser yo. Gracias por cuidar de mi y de mi hermana en verano cuando éramos pequeñas y ver con nosotras "La pantera rosa". Gracias por dejarme tomar la nata de tu café. Gracias por convencer a todo el mundo de que tus nietas eran las mas guapas. Gracias por cada instante de tu vida que me has dado. Gracias por hacerme reír con tus caras raras cuando no entendías de lo que hablaban. Gracias por hacer de esto, una familia unida.  Gracias por llamarme cada 14 de Diciembre felicitándome. Gracias por enseñarme una lección distinta cada vez que estábamos juntos. Gracias por todo, por ser tú, por hacer de esto un nosotros. Podría decir que te odio por dejar un vacío tan grande en mi, pero no puedo decir esas palabras a alguien que amé, amo y siempre amaré. Y por último, gracias por pasar el último día de tu vida conmigo.

No quise verte en el tanatorio, para así poder recordarte como te vi en tu ultimo día con vida, ese ultimo domingo en el pueblo. No fui capaz de ir a verte al hospital ya que estabas en un profundo sueño, y la ultima vez que fui estuve casi 3 horas en urgencias. Los días que fui al tanatorio para ver a la familia mi madre me dijo que no te mirara para no llevarme esa imagen tuya. Pero yo, como una inocente que soy entré, y pensando que había mas gente al otro lado miré, y te vi. Mi madre al ver mi cara junto a la de mi hermana; ya que nos paso lo mismo, nos hizo salir fuera, ya que si no me hubiese dado algo. No puedo evitar en fijarme todas las coronas que tenias a tu alrededor, por toda la gente que te quiere. También pude ver tu pálida piel, lo que hizo que mis ojos inmediatamente se fueran a tu cara, y hay, justo en ese instante sentí que caí a un vacío infinito. Lo que me marcó ese día fue el verte la sonrisa, el ver tu expresión de felicidad por descansar en paz. Te quiero abuelo, y siempre lo haré.

4 comentarios:

  1. Es un texto precioso. La verdad, se me ha saltado alguna lagrimilla porque yo también quiero un montón a mi abuelo, y debe ser algo horrible separarte de alguien querido.
    Muchos besos y apoyo😢😢😘

    ResponderEliminar
  2. Yo sé que tu querías mucho al abuelo y todos le echamos mucho de menos,ha dejado un vacío muy grande en nuestras vidas. Un beso

    ResponderEliminar